sábado, 24 de enero de 2009

Los obreros de Zinsa vuelcan contenedores tras intentar ocupar el Ayuntamiento de Cartagena





Un fuerte despliegue policial frustró su encierro en el edificio administrativo, el Palacio y el pabellón central

Los trabajadores de Española del Zinc (Zinsa) elevaron ayer el tono de sus protestas por las principales calles y avenidas del centro de Cartagena. Algunos de los más de 150 obreros que participaron en una nueva manifestación por la crisis de la compañía volcaron contenedores de basura orgánica, plástico y vidrio tras intentar encerrarse en el Palacio Consistorial, el edificio administrativo y el pabellón central. Un dispositivo de más de treinta agentes de la Policía Local y la Policía Nacional frustró los planes de los obreros.

Iban dispuestos a quedarse en un edificio del centro de la ciudad. Ataviados con mochilas y sacos de dormir, protestaron durante cuatro horas porque la empresa aún les debe unos cuatro mil euros a cada uno y para exigir a las administraciones un aval para que descontamine el suelo de Torreciega.

Primero se reunieron en una asamblea en la sede de Comisiones Obreras, en la Alameda de San Antón, donde decidieron en secreto el lugar donde irían a encerrarse.
A esas horas, la alcaldesa, se mostró confiada en que los trabajadores mantendrían su línea de civismo y respeto al trabajo ajeno. Dijo que los obreros no causarían altercados graves y no tratarían de ocupar el Ayuntamiento. No hubo altercados
graves, pero sí intento de encierro.

Hacia las once y media, los obreros marcharon hasta la plaza del Ayuntamiento. A su llegada, se encontraron el consistorio cerrado a cal y canto, como un búnker. En la puerta principal había diez policías locales y en cada una de las trasera y las laterales cuatro agentes. Y había una quincena de policías nacionales en los alrededores. Estaban alerta.
Ni entrar ni salir

«Llevo cuatro meses sin cobrar y tengo derecho a manifestarme», decía un trabajador a un policía local. Con gritos, todos pidieron que los dejaran entrar, pero no le dejaron. Tras más de media hora exigiéndolo (hubo sentada, pero no forcejeos), los trabajadores clamaban: «¡Vamos a entrar!» y «¡Que nos abran la puerta, es la casa del pueblo!». La Policía Local tuvo que pedir refuerzos y los obreros se fueron descontentos porque, a diferencia de una protesta similar hace varias semanas, Barreiro no salió a dialogar con ellos. Eso sí, no tenían una cita oficial con ella.

La tensión iba en aumento. Pasada la una de la tarde, dirigieron sus pasos al edificio administrativo, en la calle Sor Francisca Armendáriz. Por el camino, unos pocos empezaron a derribar contenedores para cortar el tráfico.
Volvieron a encontrarse con los policías custodiando el edificio, del que nadie podía salir ni entrar. Tras diez minutos sentados en las escaleras del inmueble y una breve conversación con el concejal del PSOE Pedro Trujillo, decidieron continuar el recorrido cortando el Paseo de Alfonso XIII.

Siempre bajo vigilancia, por Juan de la Cosa, Reina Victoria y Ribera de San Javier llegaron al pabellón central, tirando más recipiente y señales de tráfico. Tras otra asamblea al aire libre, a las tres y media se fueron a casa. Pasado mañana volverán a su batalla.

http://www.laverdad.es/murcia/20090124/cartagena/obreros-zinsa-vuelcan-contenedores-20090124.html

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