sábado, 11 de junio de 2011

Necesidades del movimiento: Tareas para los y las comunistas

Cierto es que no ha comenzado ninguna “revolución espontánea” en España, ni revolución, ni espontánea. Pero sí estamos asistiendo a un punto de inflexión en la recomposición de las vías de lucha de este país, estamos ante una oportunidad histórica que nos ha puesto sobre la mesa la posibilidad de poner en pie una iniciativa de esta dimensión sin apoyo formal de las estructuras de organizaciones políticas o sindicales.

A partir de la Huelga General del 29-S fueron varias las luchas contra la políticas de recorte social y laboral y agudización de las contradicciones capitalistas, que iban extendiendo un sentimiento general aunque disperso, acerca de la necesidad de organizar una respuesta unitaria y de masas al conflicto social, como el movimiento de parados o afectadas por la crisis, el movimiento de. afectados por la hipoteca, o Juventud Sin Futuro, cuya movilización coordinada con el resto del movimiento estudiantil del estado el 7 de abril y su apoyo organizativo a la Plataforma DRY y al movimiento 15-M, constituyó la chispa que después encendería el bosque, y que elevo en primera instancia el nivel político y organizativo del movimiento de forma decisiva, en un momento decisivo.

El llamamiento de DRY a la primera manifestación el 15 de mayo, dibuja políticamente desde el primer momento al movimiento como una denuncia colectiva del poder económico, político y mediático, que además señala de forma certera a los banqueros y a la clase política y económica al servicio de los mercados, como máximos culpables y responsables de de la crisis.

No puede tampoco ser ajeno a nuestros análisis, que estas últimas semanas han supuesto el mayor acto colectivo y de masas de desobediencia civil contra las administraciones públicas en los últimos años, con el significado político y simbólico que tiene el que decenas de miles de personas de forma coordinada, fuera de las estructuras tradicionales de movilización y en todo el estado, desafiaran a la Junta Electoral Central.

Estos días no sólo han aumentado la conciencia política de amplios de estratos de la sociedad, sino que también han empoderado como sujetos políticos sobre todo a una generación condenada de antemano a la indignidad: miles de jóvenes, mujeres, precarias, inmigrantes y trabajadores.

La necesidad de la extensión del “movimiento 15-M” a Asambleas de barrios y pueblos, no es sólo una terapia de choque contra la rutina, la autoreferencialidad y el agotamiento, o una respuesta ante el descenso en la repercusión mediática; es por encima de cualquier otra cosa una legitimación democrática del mismo. Es la construcción, por la vía de los hechos, de un poder alternativo y popular, organizado y por supuesto con capacidad de incidencia política y social.

Un proceso de profundización democrática como el que pretende encabezar el movimiento 15-M debe enraizarse en torno a las necesidades de las mayorías, y no nos engañemos, estas aún están muy lejos de las distintas comisiones, asambleas y grupos de trabajo generados en las últimas semanas en todo el estado.

La realidad es que un programa de mínimos que aspire a representar algunas de las más acuciantes reclamaciones de la clase debe ser consensuado y organizado por esta desde la base, desde espacios de la elaboración e intervención política en los barrios y pueblos, desde los centros de trabajo y estudio, haya donde se produce con más crudeza el conflicto social, y donde más claramente se visualizan “las víctimas y los culpables” de la crisis.

Este movimiento político, avanza, retrocede y se contradice a si mi mismo, como cualquier otro proceso político, pero esta fase de descentralización del mismo a entidades territoriales no sólo se adapta mejor a la realidad político-organizativa del Partido, sino que también nos brinda un marco idóneo para encuadrar la intervención político-social de los comunistas de cara a aumentar el grado del conflicto social y a profundizar el proceso de movilización sostenida contra la crisis capitalista y sus ajustes ultraliberales, y por supuesto una alternativa social y de clase a la misma.

Que nada a partir de hoy vuelva a ser igual, depende también en gran de medida de nosotros y nosotras. No eludamos nuestra responsabilidad histórica.


José León, Secretario General de la UJCE - Para Mundo Obrero Junio2011

14 militantes de la UJCE son elegidos cargos públicos en las elecciones del 22-M

Las elecciones municipales y autonómicas del 22-M depararon un resultado importante para la Juventud Comunista, que consolida su presencia institucional pasando a contar con 14 concejalas y concejales obtenidos en todo el estado a través de las distintas candidaturas municipales de Izquierda Unida.

Militantes de la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), serán concejalas y concejales en los municipios de: Conil de la Frontera (Cádiz), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Bornos (Cádiz), Las Rozas (Madrid), Puerto Lumbreras (Región de Murcia), Burgos (Castilla y León), Humilladero (Málaga), Yunquera (Castilla La Mancha) y Olivenza (Extremadura)

En Andalucía, contamos con concejalías en las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga. En la provincia de Cádiz, han conseguido el acta de concejal Cristian Sánchez en Sanlúcar de Barrameda, Francisco Garrido González y Hugo Palomares Beltrán en Bornos, y Natalia Robles Mures (Secretaria Política de la UJCE en Andalucía) y Ernesto Alba (actual Secretario de Área Externa de la organización andaluza) en Conil de la Frontera. En la provincia de Málaga, en Humilladero, Noelia Rodríguez, Epigmenio Alarcón e Isabel María Cortés también obtuvieron actas de concejal. Y en Fuentes de Andalucía, en la provincia de Sevilla, Francisco Martínez Galán.

En Burgos capital, el Secretario Político de la UJCE en la provincia Raúl Salinero, fue elegido concejal, con lo que Izquierda Unida recupera su presencia en el Ayuntamiento.

En el municipio manchego de Yunquera el camarada Mario Bueno obtuvo también acta de concejal.

En Puerto Lumberas (Región de Murcia), el Secretario Político de la UJCE en la Región, Pedro Jesús Camacho, pasará también a formar parte de la corporación municipal.

En el Municipio extremeño de Olivenza, la UJCE consolidó su presencia institucional a través del camarada Roberto Maestre.

Así mismo, la Responsable de Institucional de la Juventud Comunista en Madrid, Cristina González fue elegida cargo público en el madrileño Municipio de Las Rozas.

Además, en alguno de los municipios de Andalucía (como por ejemplo Conil de la Frontera o Humilladero), casi con toda probabilidad los ediles obtenidos por la organización juvenil comunista ejercerán su tareas de representación desde los gobiernos municipales, a través de las mayorías obtenidas por las listas de Izquierda Unida.


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